lunes, 12 de septiembre de 2011

A propósito de Felipe Cubillos

6 de Septiembre de 2011, a las 03:30

Aureliano Pérez
Las vueltas de esta vida son a veces macabras.

Felipe Cubillos, quien probablemente mal influenciado por su padre, justificó y alentó muchos años las violaciones más horribles a los DDHH, que incluso ironizó a principios de los noventa con los restos de detenidos desaparecidos arrojados al mar. Él, quien amara la libertad de emprender pero –como se desprende de su última columna en La Segunda- aborreciera la infinitamente más importante libertad de rebelarse, termina también desaparecido en este Océano Pacífico. El mismo océano inmenso en que fueron arrojados miles de agonizantes chilenos y chilenas que querían una patria más justa, un país más digno. Un océano a través del cual se destilara sufrimiento y horror hacia ese pueblo humilde y desesperado que, sin descansar, ha buscado infructuosamente durante 38 años a sus hijos, nietos, hermanos, padres y madres.