martes, 21 de febrero de 2012

¿Por qué la ciudadanía debe informarse sobre el PRMS-100? por Paula Mendoza

Por Paula Mendoza Bravo, Antropóloga Social
Las ciudades se conciben bajo diferentes ópticas, desde la antigua Polis griega, pasando por planificadas urbes nórdicas hasta las megaciudades latinoamericanas de la postmodernidad. El punto es cuáles de esos criterios obedecen a intereses superiores que beneficien a toda la población que vive y produce al interior de estas urbanizaciones y cuáles están allí sencillamente porque es posible utilizar en beneficio de unos pocos lo que debiese ser patrimonio de todos sus habitantes.


En 1541 don Pedro de Valdivia fundaba la ciudad de Santiago que ha celebrado su aniversario el domingo recién pasado, pero aquella ciudad, organizada y planificada alrededor de la Plaza de Armas dista mucho de la actual, que crece sin planificación como una mancha de aceite sobre los fértiles valles de la zona central.

En este panorama, nuestras autoridades han decidido hacer todo lo posible por establecer la expansión de la zona urbana en nada menos que 10.000 nuevas hectáreas, ubicadas en 8 comunas de Santiago (Renca, Cerro Navia, Pudahuel, Quilicura, Maipú, La Pintana, Puente Alto y San Bernardo) tanto así que no conformes con la votación del Consejo Regional de julio de 2010 en que fue rechazado, el ex Intendente Echeverría repuso la votación en marzo de 2011 señalando “nuevas condiciones” con lo que logró fuese aprobado un proyecto que posteriormente sería rechazado por la Contraloría General de la República.

Al día de hoy la situación indica que de la inminente ampliación del radio urbano de la ciudad de Santiago no es un tema resuelto; el Ministerio de Vivienda y Urbanismo prepara un informe -cuyos avances fueron presentados ante los Consejeros Regionales en enero- que pretende subsanar los defectos encontrados por la Contraloría en el proyecto. Sin embargo esto no basta. Hoy es necesario que se convoque a una nueva votación en que los Cores tengan toda la información sobre la mesa, incluyendo los nombres de los propietarios de los predios que verían aumentado su valor de la noche a la mañana a partir de un acto administrativo, tal vez tengamos más de una sorpresa.

Por eso la ciudadanía debe informarse sobre las modificaciones que se realicen al Plan Regulador Metropolitano de Santiago pues con ellas se modifica también su mundo inmediato. Como existen múltiples intereses operando en esta decisión que finalmente afecta a todos los habitantes de esta ciudad, es indispensable que se genere una instancia seria de participación, que tenga algún nivel de incidencia sobre determinaciones que condicionan nuestra calidad de vida.

Si una ciudad como esta aumenta su población en unos dos millones de habitantes –que sin duda llegarán atraídos por la expansión que desean realizar las autoridades, es necesario garantizar sistemas de transportes eficientes y accesibles, cobertura hospitalaria, creación de escuelas, comisarías, fuentes de trabajo y un sinfín de aspectos prácticos al momento de contemplar una modificación de esta envergadura. Eso sin considerar que los sectores contemplados en esta extensión son zona de riesgo de inundación en 3 de las comunas donde se espera establecer zona urbana y por lo tanto apta para vivienda –Pudahuel, Quilicura y Maipú-. Siendo Chile un país de catástrofes naturales frecuentes, basta tener dos dedos de frente para anticipar las desgracias que lamentaremos en poco tiempo si esto continúa el curso que las autoridades quieren darle.

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