Don Sebastián Piñera Echeñique.
Presente.
Quienes abajo suscribimos la presente carta, conformamos un colectivo civil constituido desde una practica ciudadana comunitaria. Desde hace cuatro miércoles al presente, centenares de personas nos hemos autoconvocado en la plaza principal de la Comuna de Ñuñoa, en un espacio testimonial de denuncia no violenta, en torno a la grave situación de los más de 30 hermanos y hermanas Mapuche en Huelga de Hambre, en los penales de Valdivia, Concepción, Temuco, Leubu, Angol y Chol Chol.
Desde nuestro asombro e indignación ética, resignificamos un espacio ciudadano para realzar la realidad innegable de la multiculturalidad que florece en nuestro territorio. Nuestra indignación ética y nuestro asombro es frente a la negación de la alteridad originaria, manifiesta hoy en el silenciamiento cómplice de la prensa y en la judicalización-represiva de la legítima demanda social levantada por comunidades originarias en todo el territorio.
Asumimos como nuestras las demandas de la Huelga de Hambre, centradas en el fin de la ley antiterrorista y de la justicia militar, ambas legislaciones utilizadas hoy contra los Mapuche; libertad a todos los presos políticos Mapuche encarcelados a lo largo de Chile y derecho al debido proceso, sin utilización de testigos sin rostros, sin tortura ni extorsión. Desmilitarización de las comunidades y zonas mapuche constantemente asediadas y allanadas por reivindicar derechos políticos y territoriales.
Enfatizamos que La Ley Anti-Terrorista o Ley 18.314, gestada ilegítimamente en la Dictadura Militar, posee la clara y abierta orientación de estigmatizar a quienes levantan su voz exigiendo justicia. Esta ley promueve marcos procesuales que impiden que mínimas garantías de defensa igualitaria sean reales para las víctimas de ella.
Denunciamos la aplicación de la Ley Antiterrorista como abuso discriminatorio y racista porque se le está utilizando -en más del 90% de los casos- en contra de los Mapuche. Se añade como agravante el hecho de que las causas Mapuche son llevadas adicionalmente por la Justicia Militar, lo que podría significar dobles condenas, cuestión inaceptable en cualquier ordenamiento jurídico internacional.
Nuestro gesto de apoyo a la Huelga de Hambre Mapuche se perfila como la solidaridad y la ternura para con un proceso identitario, que pareciera no ser comprendido desde lo político y desde otras esferas en este país. El camino equivocado es la invisibilización y la represión.
Desde nuestros cuerpos individuales y desde el cuerpo colectivo que hemos generado en nuestras velatones, nos asiste la convicción que no hay violencia ni invisibilización posible que pueda detener el avance de la vida libre, que abre caminos plurales para que transiten los pueblos oprimidos en busca de su dignidad.
¡Somos capaces!.....Lo sabemos....... Vamos, el futuro es y debe ser más JUSTO...
FIN a la LEY ANTI-TERRORISTA.
FIN a la Justicia Militar.
Desmilitarización del Wallmapu.
Libertad a las Prisioneras y Prisioneros Políticos Mapuche.
Santiago, Plaza Ñuñoa, Miércoles 8 de septiembre, 2010
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